Para los alumnos de
QUINTO 5° PRACTICA INSTRUMENTAL
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La guitarra es un instrumento musical de cuerda
pulsada, compuesto de una caja de madera, un mástil sobre el que va adosado el
diapasón o trastero —generalmente con un agujero acústico en el centro de la
tapa (boca) —, y seis cuerdas. Sobre el diapasón van incrustados los trastes,
que permiten las diferentes notas. Su nombre específico es guitarra
clásica o guitarra española.1
Es el instrumento más utilizado en géneros como blues, rock, metal y flamenco,
y bastante frecuente en cantautores. También es utilizada en
el folclore de varios países.
Algunos instrumentos de la familia de la guitarra son el cuatro,
el ukelele, el requinto, el charango y el guitarrón,
de uso frecuente por los mariachis.
La guitarra ha sufrido variaciones en su forma a lo largo de los siglos.
Además del número de cuerdas, las variaciones del instrumento han surgido para
adaptarlo a las necesidades del intérprete hasta adoptar la forma actual. Este
instrumento está fabricado con madera prácticamente en su totalidad.
Hoy en día se utilizan muy diversos tipos, aunque comúnmente los más empleados
son principalmente la madera de palisandro de la India y
otros, abeto, caoba, cedro de Canadá, pino, ciprés (muy
popular entre las guitarras que se utilizan entre los guitarristas flamencos)
y ébano. Hoy en día los constructores diferencian entre la construcción de
un instrumento clásico o flamenco, aunque esto no siempre tenga criterios
musicales o sonoros, y sí estéticos y de moda. Algunos afirman que las maderas
o el tipo de construcción depende según la guitarra sea clásica o flamenca2 , aunque los hechos indican que durante muchos años en el siglo XX
los guitarreros no llevaran a cabo esas diferenciaciones.
Básicamente, la guitarra está compuesta por la caja de resonancia,
el mástil, el puente, el diapasón, los trastes,
las cuerdas y el clavijero. No obstante, algunos guitarristas
han personalizado sus guitarras y pueden poseen más de un diapasón (hasta un
máximo conocido de 6 mástiles) o sobrepasan las 7 cuerdas. Las más populares de
7 cuerdas se utilizan en la música popular brasileña, la de 8 cuerdas que
popularizó el gran José Tomás, o la de 10 cuerdas de Narciso Yepes.
Sin embargo, no es una cuestión generalizada. Durante el siglo XIX existieron
guitarras de muy diversos tipos, como guitarras-arpa con numerosas
cuerdas.
Incluso recientemente y con criterios de sonoridad y volumen, el
guitarrista uruguayo Abel Carlevaro patentó un instrumento en el que
se ampliaba el volumen de la caja eliminando el óvalo superior de la
guitarra, y se prescindía del orificio de la tapa armónica, para que ésta
tuviera mayor superficie de vibración y por lo tanto mejor sonido y de mayor
volumen. Sin embargo, la guitarra que
siempre ha prevalecido durante los últimos dos siglos sigue siendo la
convencional de 6 cuerdas y de la forma de 8 que todos reconocemos.
Tras ser encolados todos los elementos que forman la caja de
resonancia, se une con el mango y se incluyen refuerzos en el contorno de las
dos tapas (cenefas), en el centro del fondo y en las uniones inferiores y
superiores de los aros. Posteriormente se adhiere el diapasón. Entre el mástil
y el clavijero se coloca la cejilla que sirve para apoyar y separar las
cuerdas. La cejilla habitualmente es de marfil, hueso, plástico o
incluso metálica, en función de la calidad del instrumento.
Una vez que todos los elementos que forman la guitarra han sido unidos,
se procede a su barnizado. Existen dos formas de llevar a cabo este
proceso, una más costosa y trabajosa que consiste en barnizar el instrumento a
mano con goma laca; y la otra que es barnizar con una pistola a base
de poliuretano que seca rápidamente. El inconveniente de este último
método es que el barniz forma una placa sobre la caja de resonancia que le
resta sonido al instrumento.
Posteriormente se realiza el aplanado del diapasón y la colocación de
los trastes, los cuales suelen ser de alpaca o latón. Es
sumamente importante que el trasteado sea perfecto ya que de él depende la
afinación de la guitarra. Acto seguido, en la parte inferior de la tapa
armónica se colocan las clavijas y las cuerdas. Antiguamente las cuerdas eran
de tripa de animal pero en las guitarras modernas son de nailon.
Caja de resonancia
La caja de resonancia está conformada por el fondo, la tapa armónica y
los aros laterales. Los dos primeros son planos. El fondo puede estar
construido en madera de palisandro mientras que la tapa puede ser de pino,
abeto, cedro o, en ocasiones, de ciprés. La tapa armónica tiene una perforación
en su parte intermedia, llamada "boca", adornada con la llamada
"roseta". La tapa está reforzada por entre cinco a nueve barras finas
de madera que reciben el nombre de "espinetas". Estas espinetas están
dispuestas en la parte interior y tienen forma de abanico. El número de
varetas dentro de una guitarra depende del fabricante de la misma. Los aros son
dos piezas largas y estrechas fabricadas con la misma madera del fondo,
curvadas a fuego y unidas en los extremos superior e inferior de la caja. Su
unión se asegura en el interior con dos tacos de madera colocados uno en la
base del mango y otro en la parte contraria. Los aros están reforzados a lo
largo de su parte interna con dos tiras de madera que reciben el nombre de
"contrafajas".
Mástil
El mástil está construido con madera de cedro o nogal y está formado por
el clavijero, el mástil y la quilla o zoque. En las guitarras modernas las
clavijas están incluidas dentro de clavijeros metálicos, a diferencia del
método empleado en guitarras anteriores que consistía en insertar directamente
las clavijas en la madera del clavijero. El clavijero está situado en el
extremo del diapasón. Los clavijeros modernos tienen dos cortes verticales y
están preparados para recibir los huesos, que son las pequeñas piezas en las
que las cuerdas van enrolladas. Las clavijas metálicas quedan en la parte
exterior del clavijero y se emplean para afinar el instrumento
mediante la tensión que ejercen sobre las cuerdas. Su tensión puede modificarse
para la afinación mediante un sistema de tornillos sin fin impulsados por las
clavijas, que implican pequeños rodillos sobre los cuales se envuelven las
cuerdas. Estas pasan a continuación por el puente superior, en el cual se cavan
pequeños surcos que guían cada cuerda hacia el diapasón hasta llegar al clavijero.
El clavijero puede llamarse también pala o maquinaria;
de este mecanismo depende la afinación de las cuerdas de la guitarra.
La parte más larga del mango recibe el nombre de mástil y está cubierto
con el diapasón, que es un trozo de madera, habitualmente de palisandro
o ébano, sobre el que presionan los dedos las cuerdas de la guitarra. La
quilla o zoque es la base del mango que se fija a la caja de resonancia.
ACORDES PARA GUITARRA